martes, 24 de septiembre de 2013

Lunch time!

La hora de comida es un asco, pero la comida es buena. Por razones que tienen que ver con la civilidad, tengo que salir a comer con mi gerente, la asistente del gerente, la secretaria y una compañera. Somos 3 mexicanos y 2 pinches gringos. Un tercero está fuera de la ciudad, pero es la misma clase de mierda. Ahí estamos los 5 ó 6 depende. Escuchando las anécdotas de nuestro gerente, el cual piensa que nos morimos de ganas de escucharlas porque es increiblemente elocuente y porque se cree que habla el español tan bien como cualquiera de los nopales a su servicio. Y ahí estoy yo, sentado, comiendo en silencio, viendo las nalgas de las elegantes ejecutivas que van a la cafetería por su baguette de jamón serrano y su ensalada de esparragos. Siempre buscando el lado mamable. Después viene el aletargamiento. Ocupo un pinche café.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Vista panorámica

Tengo un espacio en la oficina privilegiado. A escasos 5 metros de mi escritorio está sentada la estúpida secretaria. Bueno, no es estúpida, pero tiene un tono de voz que suena estúpido, el típico tono de voz de la gente que quiere hacerse la interesante. Cómo la gente que cree que arrastrando el sonido de las vocales hace menos intrascendente su conversación. Pero tiene buenas nalgas.
Fin